Sinopsis:
La Copla. La NASA. Un chaval de pueblo. Una madre loca por su hijo, loca por conseguir notoriedad… loca, sin más…
Camilo Vergara, Camilín, el de Purita Cuneo, la que cogía los puntos a las medias en humilladero 12, 2o Izda. No sabemos cómo lo hizo -lo descubriremos a lo largo de la obra. No se preocupen- pero ahí le tienen ustedes, en mitá el medio de la NASA, de despacho en despacho. Es el español de mantenimiento, sirve los cafés…
Pero tiene un plan, una idea, un sueño, una garganta coplera y una escafandra para ir a la luna, toda plateada. Y arriba, tiritando, como una antena parabólica de tradición española dispuesta a lanzar en cualquier momento un inesperado “Houston, Houston… ¡tenemos un problema!” su peineta. Roja… ¡Qué maravilla!… En qué hora se le ocurrió pedirle a su madre que se la grapara en to lo alto, en el papel de plata…
Si hay que empezar a prepararse así, desde abajo, para ser astronauta pues uno apechuga y sirve cafés. De Teniente McPherson a Coronel McThorthon, de Capitán McIntosh a Generala McDonalds del bracito de su Donovan. Donovan laPavla, que éste sí que se viene preparando como es de rigor desde hace años para ser astronauta. Y sin embargo…
El inocente sueño imposible de un niño de pueblo que, al contarle a su madre cómo pretende inmortalizar su nombre al hacerse mayor cantándole una copla desde la luna, hace que ésta enloquezca y ya no le permita abandonar ese proyecto, aunque al crecer y asentársele la cabeza entienda que es absurdo…
Camilín acometerá un proyecto que deja de ser suyo para ser el de su madre para volver a hacerlo suyo para dar sentido a su vida para salir del pueblo para yo qué sé…
Un espectáculo teatral que parece un stand-up del club de la comedia, pero que no lo es, pero en el que te meten seis coplas a capella sin que te des cuenta, pero que es un diálogo con un montón de personajes que están aquí, o en Houston, o en la luna, pero sólo con un actor en escena, pero que se pone igual una bata de cola que un traje de astronauta, pero qué dices si en el escenario no aparece más que una silla y ya está…